El Mindfulness y la Compasión nos permiten reconocer y sostener nuestro dolor, tomar consciencia de las creencias que nos limitan y encontrar ternura en medio de la dificultad. Pero el dolor no es el final de la historia, es necesario también reconocer la alegría y permitirnos maravillarnos con el mundo. Mediante la práctica de la Consciencia Plena, podemos también dar luz a la alegría natural que habita en nosotros.
Alegría en Cualquier Momento
Reconocer y abrazar la alegría no significa negar o «tapar» el dolor que existe en la vida. Ambos pueden coexistir. Ver la felicidad sólo como una meta a la que hay que llegar nos impide reconocer que -en medio del dolor o de la vida ordinaria- se esconden pequeños instantes de alegría que están siempre disponibles para nosotros. Esta alegría está a nuestro alcance cuando dejamos de resistir y dejamos a la vida ser, inténtalo :)
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