El Arte De Ser Simple
Hablábamos los últimos días acerca de cómo encontrar y reconocer nuestra voz interior, y diferenciarla de esos pensamientos -por lo general llenos de ansiedad y miedos- que vienen de la mente. Pues para hallar nuestras propias respuestas con sabiduría hay que dejar de sobre-pensar tanto las cosas. Sobre-pensar y analizar jamás nos llevará a nada nuevo.
Reflexionemos sobre cómo el 95% de nuestros ‘problemas’ ocurren sólo en nuestros pensamientos. Cómo invertimos nuestra energía (y la malgastamos!) en crear problemas innecesarios; haciendo suposiciones de todo, yendo de A a B y de ahí a Z en menos de un minuto.
Y es que tendemos a hacer de todo algo complicado en nuestra cabeza!
Creemos que mientras más pensemos, más podremos encontrar respuestas, cuando la verdad es que sólo necesitamos una mente despejada y SIMPLE.
Y no es que nos guste el drama, o nos falte inteligencia. No sean duros con ustedes mismos. Simplemente queremos tener el control de lo que nos pasa, por miedo a sentirnos heridos, por miedo a fallar, por miedo a repetir errores. Y repasamos mil escenarios, hacemos muchísimas suposiciones de cosas sobre las cuales no tenemos certeza, elaboramos teorías, analizamos… y nos desgastamos en el camino. Finalmente no llegamos a ninguna solución, ni tomamos ninguna decisión empoderadora.
Pongan atención a cómo complicamos todo con nuestra mente. Sólo obsérvense sin juzgar. Y cada vez que empiecen ese diálogo mental, esa negatividad, o esa excesiva proyección al futuro, díganse a sí mism@s:
«___(tu nombre)___, SÉ SIMPLE».
La simpleza está en sentir y experimentar con consciencia lo que la vida te da HOY. Validar lo que sientes hoy. Permitirte sentir en calma.
La simpleza está en el silencio, en la pausa, en la quietud.
Sé que tienen miedo. Sé que temen tomar decisiones incorrectas. Sé que temen sentirse heridos. Sé que temen reconocerse vulnerables. Sé que temen repetir la misma historia otra vez. Sé que temen abrir su corazón.
Pero, les juro que desde el miedo, el control y las expectativas no podremos encontrarnos. Y si no nos encontramos, no podremos actuar desde eso que nos hace genuinos.
Vivir en el miedo no nos permite vivir con libertad! Ni elegir lo mejor para nosotros.
Cultivemos la simpleza y elijámosla siempre como la primera opción!
Simpleza de pensamientos. Simpleza en cómo abordamos nuestras emociones.
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La vida es simple, amig@s. Somos nosotros los que la complicamos.
Y no tiene por qué ser complicada.
Y sé que es difícil porque hemos aprendido a resolver todo desde el pensamiento. Sé que es difícil porque -como conversaba hace unos días con un gran amigo- estamos acostumbradísimos a vivir orientados a expectativas y resultados. Y perseguimos esos resultados con todas nuestras fuerzas.
Y es de esa forma que creemos y nos engañamos de que podemos controlar todo lo que pasa fuera de nosotros.
Pero no.
Cultivar una mente simple y despejada es algo que todos podemos re-aprender. Porque les juro que está en tod@s nosotr@s, sólo que lo hemos olvidado.
- Lo primero es observarnos, y darnos cuenta cuando empezamos a invertir toda nuestra energía en pensamientos y análisis que no nos llevan a nada más que a complicarnos más. Estén atentos a ello. Identifiquen esos momentos. La atención siempre es lo primordial.
- Comencemos a hablarnos de forma simple. Muchas veces nos decimos cada cosa terrible! Hacemos suposiciones complicadísimas acerca de nosotros que terminan confundiéndonos más.
HÁBLENSE CON SIMPLEZA Y COMPASIÓN!
Siempre empiecen por ustedes. No dejen que el diálogo mental los aturda! - De a pocos empiecen a migrar su atención, del afán por los resultados a la gratitud. Ese es un consejo que nunca falla: orientar cada uno de nuestros días a ser agradecidos. Y pasito a paso verán como el foco y la perspectiva cambian. Ya no sentirán esa impaciencia que viene de las expectativas, sino que podrán sentirse más plenos con lo que les trae la vida HOY. Cuando incorporamos el agradecimiento a todo lo que hacemos, grandes cosas ocurren! Empiecen el día agradeciendo por 3 cosas que la vida les da. Un ejercicio tan sencillo como ese nos puede dar mucha claridad.
Cuando permitimos que el flujo de la vida sintonice con nosotros; cuando soltamos las expectativas, la obsesión al resultado y el control; cuando dejamos el ego y nos permitimos tener mente de principiante para todo; es cuando aparecen las respuestas y la verdad.
Y desde ahí podremos tomar mejores decisiones, elegir mejor nuestra ruta, y recibir lo que nos merecemos.
Lo Que Nos Hace Sufrir No Está En El Hoy
Dos cosas complican nuestra vida cuando no hacemos un uso saludable de ellas:
La memoria (el pasado) y la imaginación (el futuro). Lo que nos hace sufrir por lo general no está aquí.
Esto ya se los he dicho muchas veces, pero es que no pierde relevancia nunca.
Sí. Planificar y tener metas u objetivos está bien.
Pero una vez que hacemos esta planificación, hay que desapegarnos del resultado, de la obsesión a que todo sea como queremos.
Eso, precisamente, es complicarnos.
Ríndete a la simpleza de vivir el hoy sin expectativas, y la magia aparecerá.
Confía en el proceso.
Como leí por ahí, a veces, la mejor forma de solucionar un problema es dejar de participar de él! Y es que pensando y pensando, seguimos alimentando aquellos conflictos que crean drama en nuestra vida.
Elijamos la simpleza.
Elijamos hablarnos y tratarnos sin complicaciones.
Esperar sin complicaciones.
Vivir sin complicaciones.
Empecemos prestando atención a las veces que la mente quiere ser protagonista del show.
Empecemos observando y agradeciendo siempre por las oportunidades que SÍ tenemos, por esas personas que nos aman sin condiciones, por la vida!
Una Vida Simple Empieza Con Una Mente Simple
Tenemos que aprender a estar atentos a cómo nuestra mente nos domina, y cómo le creemos cada pensamiento y cada miedo que sale de ella.
Cuando aprendemos finalmente a observar y reconocer «ah, esta es mi mente pensando (y complicando)», y entendemos los PATRONES INCONSCIENTES que hemos seguido todo este tiempo por creerle, entonces podemos conectarnos con nosotros y esa sabiduría que tenemos. Y podremos ver la belleza de lo simple.
La belleza de lo esencial.
La belleza de eliminar el drama innecesario de nuestras vidas.
Lo extraordinario!
Una vida simple es rescatar lo que necesita tu alma y lo que nutre tu corazón.
Es deshacerte de cosas innecesarias, y de ocupaciones que ya no te sirven.
Es quizá ya no tener mil amigos, sino mantener un círculo pequeño pero que te sume.
Es disfrutar de la tranquilidad.
Disfrutar tu propia compañía.
Es encontrar belleza en lo cotidiano, en lo real.
Es saber que no necesitas de grandes historias, o grandes logros, o cosas llamativas para sentirte plen@ y en paz.
Pero ese viaje a disfrutar y ver lo bonito de la simplicidad de la vida, requiere primero una mente sencilla y simple, y esa es una decisión diaria.
Es estar atentos siempre.
Es vivir con consciencia para poder distinguirnos y reconocernos entre el ruido. Para poder reencontrarnos con lo que somos. Vernos de nuevo.
Todos podemos ser lo suficientemente sabios como para reconocer la belleza en lo simple.
Pero debemos estar dispuestos, con pasitos pequeños, a acercarnos a nuestra esencia y encontrar ahí las respuestas y la verdad.
Paciencia y compasión, amig@s.
Namasté :)
«Lo que consume tu mente, controla tu vida.»