¿Cómo Lidiar Con La Enfermedad?
Soy de las personas que nunca se enferma. Casi nunca me resfrío, quizá una vez al año y es algo muy leve que dura máximo 3 días. Entonces cuando hace un par de semanas sentí un ligero dolor de garganta, pensé que pasaría y que con un Panadol ya estaría bien. Pero no sólo no pasó, sino que dos días después se me fue la voz por completo y al despertar sentía que tenía una roca en la garganta. Una roca incrustada con cuchillos.
Ok, me había enfermado.
Como les había comentado, estas semanas he estado mudándome de consultorio. Les conté que de por sí Agosto representaba un mes de retos y cosas nuevas, y muchas veces con estos cambios (y trajines) el cuerpo enferma, y es normal. Así que inicialmente lo acepté como algo que me tocaba y ya. Tomé algunos medicamentos para los síntomas (el dolor de garganta básicamente), y como había empezado a toser un poco le metí full al té (concentrado) de kión. Y claro, los sintomáticos alivian y el té de kión ayuda a despejar la garganta, pero el efecto es momentáneo, y horas después regresaba ese dolor de garganta insoportable, la tos se hacía más frecuente, y ya –literalmente- no podía hablar. Mi voz se asemejaba a un soplido. Y a más intentaba comunicarme más me dolía y más tosía. Sumado a esto tenía una fatiga insoportable. Pero igual seguí haciendo mis cosas. Pensé que quizá era mejor “ignorar” un poco la enfermedad, sólo que la enfermedad no se dejaba ignorar. Pasaron más días y UNA SEMANA después, estaba peor. Tenía mucha tos, flema atorada, mi voz no regresaba, me dolía la cabeza de tanto toser, la fatiga estaba en el máximo, y la garganta me dolía como si estuviera en carne viva.
En toda esa semana yo, que no suelo medicarme, probé de todo. Tomé jarabes para la tos de los que venden en la farmacia (probé 2 diferentes). Luego me compré, en una botica naturista, un jarabe de cebolla y ajos que era horrible de sabor pero que –en su defensa- me hacía expectorar cuando lo tomaba. Tomé Panadol para el dolor como nunca en toda mi vida. Tomé litros de té de kión. Tomé otros antiinflamatorios. En fin, probé de todo. Y después de todo el coctel de pastillas / jarabes / remedios caseros que tomé esa semana, no mejoré NI UN POCO. Sí aliviaban los síntomas pero era algo muy momentáneo. La fatiga empeoró, y tenía tanta flema que tenía que dormir sentada y usar inhaladores para despejar un poco mis vías.
Es gracioso porque yo a mis pacientes siempre les digo que escuchen su cuerpo, que acepten sus enfermedades, que entiendan que es un proceso, que se auto-examinen. Sin embargo, debo admitir que yo estaba lejos de cumplir todas esas recomendaciones. Estaba desesperada por sentirme bien, no tenía paciencia, y me ponía de mal humor sentirme fatigada y no poder hacer todas mis cosas con normalidad. Ya andaba más de una semana así, y no entendía cómo eso me podía pasar a mí que nunca me enfermo ni nunca me contagio de nada.
El punto de quiebre fue cuando decidí llamar a mi terapeuta de biomagnetismo. Yo practico el biomagnetismo con mis pacientes con resultados excelentes en este tipo de dolencias. Pero yo no puedo aplicarme a mí misma la terapia, así que necesito que otro terapeuta me ayude. Entonces, intenté comunicarme con la señora que me pone los imanes, y ¿adivinen qué? Estaba de viaje. Fue en ese momento que entendí las “señales”, y que por algo me estaba sucediendo todo ello, y que quizá lo único que tenía que hacer era aceptar mi enfermedad en vez de luchar sin parar contra ella. Quizá tenía que, además, darle una pausa a mi cuerpo. Nuestros cuerpos son muy sabios. MUY. Y saben perfectamente cuando necesitan desintoxicarse, cosa que a veces hacen por medio de la enfermedad. Saben perfectamente cuando necesitamos descansar, recargar energías, darnos un tiempo. Y ahí lo entendí. Así que ese fin de semana decidí quedarme en casa (a mí que me encanta salir y hacer mil cosas los fines de semana), decidí descansar, comer rico, engreírme, y dejarme llevar. Y así fue. El sábado me puse pijama, pedimos pizza con mi enamorado, y nos quedamos desparramados en el sillón viendo tele. Y el domingo también descansé. Y, de verdad, me empecé a sentir mejor. El lunes aún tenía tos y flema y dolor, pero al menos no sentía esa fatiga que me estaba matando y que me hacía sentir frustrada. El martes por fin pude ir a que me hagan biomagnetismo, y ya desde ahí todo fue para arriba. Hoy, 2 semanas después de que todo empezó, ya casi no tengo tos, nada de flema, nada de dolor, y mi energía está a full :)
Y estos 10 días enferma aprendí a escuchar mis propias lecciones, y eso ha sido lo más valioso. A veces nos hacemos los indestructibles, creemos que todo lo podemos, y no es así. Y ustedes saben que yo practico mucho del auto-cuidado en el sentido de que me gusta ponerme a mí como prioridad, pero reconozco que sí me cuesta parar. Y a veces sí necesitamos parar por completo. Y en esa pausa aprender a ser pacientes y aprender a disfrutar de esas pequeñas cosas lindas, como un té calientito y una mantita polar, como una noche de pizzas en pijama, como dormir hasta tarde un lunes.
Siempre las enfermedades terminan siendo grandes maestros. Y después de esta pausa mágicamente han venido a mí nuevas ideas a la mente, nuevos planes, mucha creatividad, y mucha emoción por avanzar en todo ello. Y es que es eso: a veces necesitamos botar, soltar y desintoxicarnos de ciertas cositas para que puedan entrar otras cosas nuevas y lindas a nuestra vida.
Agradezco nuevamente a todos los que se preocuparon por mí y a los que me mandaron mensajes con buenos deseos. ¡GRACIAS DE CORAZÓN! Y ya saben, si en esta temporada les toca enfermar, tengan paciencia, confíen en el proceso, traten de entender por qué han enfermado y qué necesitan botar, qué necesitan transmutar, qué necesitan soltar. Y claro, en el transcurso busquen alternativas para aliviar sus síntomas y para sanar (como recomendación personal recomiendo mucho el biomagnetismo, ¡es fenomenal, te cura rapidísimo!). Tratemos de ser –valga la redundancia- pacientes con paciencia, que es la ciencia de la paz :). Respetemos nuestros tiempos, descansemos cuando lo necesitamos; no seamos tan duros con nosotros mismos ni nos sintamos mal por no poder cumplir con todo lo que quisiéramos. Siempre lo digo pero esta vez lo he súper aprendido. Y estoy agradecida por ello.
Gracias por leerme. Ya estoy muy bien y con mucha energía y muchas ideas bonitas.
¡Que tengan un lindo fin de semana!
Namasté :)
Post Data: Les quiero recordar que soy médico y sé qué medicamentos tomar y cuáles no. Si ustedes se enferman POR FAVOR NO SE AUTO-MEDIQUEN. A menos que sea algún paliativo o antigripal (o algo sencillo) ¡no traten de experimentar con sus tratamientos por favor! :)
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