Extraído del libro “Yo aquí ahora”, de The Mindfulness Project.
Mis anotaciones personales se encuentran en cursiva :)
- Medita, aunque sólo sea por unos minutos.
A veces sólo 5 minutos son suficientes. Cierra los ojos, siéntate cómodamente, céntrate en tu respiración. Cuando conectamos hacia adentro de manera frecuente se nos hace más fácil regresar la atención al presente en la vida cotidiana. Como todo, es una práctica!
- Reduce la velocidad y sintoniza con tu cuerpo y tus sentidos.
Cuando sientes que te dejas llevar por el mar de pensamientos (o cuando quieras, en realidad), para un rato y toma consciencia de tu cuerpo, cómo se siente hoy. Toma consciencia de dónde estás, que observas, que oyes, que percibes. AQUÍ y AHORA. Es un ejercicio corto pero poderosísimo.
- No discutas con la realidad: es lo que es.
Aceptación amable y compasiva de la realidad. Sin resistencias. Ya saben: dolor + resistencia = sufrimiento. No podemos evitar el dolor, pero sí el sufrimiento! (lo dijo Buda creo).
- Presta atención a la gente, especialmente a los seres queridos.
No les pasa que a veces nos cuentan algo y nuestra mente se va a otro lado, o anda pensando en qué va a responder o qué es lo siguiente que va a contar? Sólo escuchen, sin juicios y sin diálogos mentales. Es uno de los mejores regalos que pueden hacer al otro. Simplemente estar.
- Piensa en algo por lo que te sientas agradecido antes de irte a la cama.
Yo he puesto en práctica esto hace un par de meses, y no saben cómo me encanta hacerlo! Antes de dormir, identifico tres cosas por las cuales me siento agradecida. Hacerlo me conecta tanto con el presente! El agradecimiento nos hace ser consciente de lo que tenemos. Nos abre puertas, nos cambia la actitud y la disposición a la vida.
- Sé amable y bondadoso contigo mismo, aun cuando te fastidies.
Aprendamos a ignorar a ese crítico y a ese juez que llevamos dentro, y que nos señala cada error y cada traspié. Hablémonos con gentileza. Dejemos de compararnos. Abracémonos y aceptémonos en cada una de nuestras facetas y momentos. Somos únicos, y nuestros procesos son únicos –con altos y bajos, con caídas, con tropiezos.
- Cuando ocurren cosas buenas, detente y obsérvalas.
- Cuando ocurren cosas no tan buenas, detente y obsérvalas.
Sin juzgar, ni etiquetar.
- Al estresarte, inspira profundamente tres veces.
La respiración es nuestra mejor ancla al momento presente. Nos acompaña SIEMPRE. Hasta el último segundo de nuestra vida. No duden en usar este recurso tan fácil, y que siempre tenemos a la mano.
- Conecta con la naturaleza, al menos una vez al día.
Observa una flor y huélela. Contempla una plantita en su maceta. Oye los pajaritos en la mañana con toda tu atención. Pasea por el parque. La naturaleza está en todos lados; no necesitamos salir de la ciudad para acercarnos a ella.
Imprime estos 10 tips y tenlos a la mano. O anótalos en una libretita o un papel y llévalos a todos lados.
Les prometo que mientras más hagan uso de estos pequeños alcances, más los incorporarán a su vida de forma natural y cotidiana. Y vivirán con un poquito más de presencia, consciencia y plenitud.
Namasté :)