Kit De Emergencia Para Momentos De Crisis
Como ya les he contado, estos días han sido un poqui difíciles para mí. Pero acá estoy. He sobrevivido y sinceramente estoy mucho más tranquila.
Quería compartir con ustedes algunos “tips” que me han servido estos días, y que –por experiencias pasadas- ayudan a sanar más rápido, a mantener la calma, y a encontrar un poco de paz en medio de las tormentas.
No están en orden, y no necesariamente TODOS les sirven a todas las personas. Como siempre, siempre les digo, todos somos distintos, y lo que me hace bien a mí no necesariamente te hace bien a ti. Pero creo que en líneas generales, son consejos útiles para todas aquellas personas que están pasando por una pérdida, una ruptura (de cualquier tipo), una tragedia o crisis, y cualquier cosa que requiera que pasemos la página, que renazcamos de las cenizas, y que volvamos a confiar en el universo.
Como AMO el autocuidado (y a estas alturas creo que ya lo saben), la regla número uno obviamente es: OCÚPATE DE TI. Una crisis tiene muchísimas variables, y a veces varios “involucrados”, pero sea lo que sea, ocúpate de ti primero. Dicho esto, les dejo la pequeña lista que he podido recopilar de aquellas cosas que me han ayudado esta y otras veces. Espero que ayude a alguien :)
- Cuida de ti mismo/a: No dejes de lado tus necesidades básicas. Yo sé que es mega difícil y que -al menos los primeros días- no provoca ni salir de la cama y uno siente que no tiene energía para nada. Pero ya te digo, tu cuerpo y mente necesitan fuerzas para sanar, y por lo tanto necesitas: COMER y DORMIR. A veces el hambre se va pero igual come lo mínimo indispensable. Oblígate. Y respecto al sueño, puedes tomar un té relajante o melatonina. Sé que lo del sueño es un poco más complicado (felizmente a mí no me cuesta dormir), pero hay alternativas: búscalas. Si no le das descanso a tu cuerpo sólo tendrás más fatiga mental y emocional, y hará que durante el día no puedas pensar con claridad.
- Ocúpate de tu apariencia: Sé que puede sonar un poco frívolo. Pero no saben cómo ayuda. Oblígate a bañarte, ponerte ropa linda (la que más te guste), echarte un perfume rico. No dejes tu apariencia personal de lado. Es un círculo vicioso. No da ganas sacarse el pijama ni entrar a la ducha, pero eso provoca que estemos inmóviles intoxicándonos la mente. Lávate, aséate. Si eres de maquillarte, maquíllate! Me costó estos días, pero les JURO que me puse hasta ropa nueva. Me tomé fotos. Me miré a espejo y decidí amar lo que vi. Arréglense, les juro que es un plus.
- Continúa con tus rutinas y planes: Si entrenas todos los días no dejes de ir. Si tienes planes con amigas o amigos ya hechos, no los canceles. Si llevas clases de algo, NO FALTES. Puede que igual tu mente esté en otro lado pero de verdad sí sirve para disiparnos y distraernos. La mente es súper cruel, y le gusta regodearse de pensamientos tóxicos y dañinos. Mantenerte ocupado es una forma genial de decirle: CÁLLATE. Ah, y por supuesto, para este consejo hay excepciones. Si en verdad estás demasiado fatigado/a, demasiado descompuesto, POR SUPUESTO que es mejor descansar. Trata de identificar tus necesidades reales. A veces uno cree que no puede y en realidad sí puede. Y a veces –efectivamente- es mejor cancelar planes y descansar. Pero, en la medida de lo posible, continúa con tu vida.
- Llora: Es necesario. Siéntate una tarde o una mañana o lo que sea a llorar. A veces uno se aguanta un poco, y de ahí esos días de nudo en la garganta se prolongan y parece que no se van. Llora todo lo que tengas que llorar, y te sentirás mucho más aliviado/a. Más ligero.
- Haz planes: Llama a tus amigos, planea un viaje, sal de paseo. Planea cosas lindas que te puedan hacer sentir mejor. A veces no tenemos muchas ganas, pero igual hazlo! Incluso puedes planear algo a largo o mediano plazo que te cause emoción o te motive a ver el futuro.
- Rodéate de gente que te quiere: Uy esta es una de las mejores cosas. A veces esas personas que queremos y nos quieren no saben lo que nos sucede y no tienen por qué adivinarlo. Llama y contáctate con esas personas que sabes que te van a apoyar. Esta semana he sentido apoyo de TANTA gente linda y en verdad estoy demasiado agradecida y feliz de tenerlos a todos en mi vida. En serio, si alguno de ustedes está leyendo esto: GRACIASSSSS. Me han llenado el corazón de amor :)
- No tomes ninguna decisión: Respecto al último punto, muchas de estas personas que te quieren y te apoyan van a querer (con muy buena intención siempre) darte consejos o decirte qué hacer, porque obviamente te ven desconcertado/a, confundido/a. La confusión es parte de las crisis, si no, no serían crisis! A veces no sabemos hacia dónde ir, cómo recomponernos, y es normal! NO VAS A ENCONTRAR RESPUESTAS INMEDIATAMENTE. Tienes que aceptar eso. Y tomar una decisión cuando tus emociones no están sanas, NO es sano. Nada bueno saldrá de ahí. Ponte como prioridad tu sanación primero. Primero siéntete bien, calma tus emociones, deja que el huracán sentimental pase. Quizá tomará unos días o semanas, pero mientras tanto pospón cualquier decisión. No te sientas confundido/a. Simplemente acepta y repítete: luego veo esto, primero soy YO.
- Ignora los pensamientos tóxicos: Está bien, nos sucedió algo terrible. Pero nuestra mente es MUY dura, y tratará de culparnos, de idear “teorías”, de afirmar cosas que no son, o llenarnos de “si hubiera hecho TAL cosa, esto no hubiera sucedido”. Y a más cabida uno le dé a este tipo de pensamientos, más oscuros y crueles se vuelven. Así que PONLES EL PARE DESDE EL COMIENZO. Apenas se asome alguno IGNORALO Y PASA AL SIGUIENTE. Es preferible sentirse nostálgico/triste y llorar, a intoxicarnos la mente con suposiciones que NO SON REALES, o al menos no lo sabemos y por lo tanto NO NOS SON ÚTILES. De verdad, estos pensamientos nunca son útiles. No resuelven nada. NADA. Sólo nos hacen más infelices. Ponles el pare.
- Identifica tus emociones: Los que me conocen saben que AMO organizar. Y en cuanto a mis emociones también lo hago. Cuando recién nos sucede algo “malo”, sentimos MUCHAS cosas al mismo tiempo: rabia, tristeza, frustración, pena, desesperanza… Y no identificamos cuál es cuál, sólo lo sentimos todo como una piedra gigante que nos acaba de caer encima. Yo, de verdad, sentí como que me cayó un piano de un edificio así mismo dibujo animado. PERO, decidí identificar mis emociones, organizarlas de alguna forma. Ok, siento pena. Ok, siento frustración. Y de repente ya no me pareció un piano gigante, sino unas cuantas cosas que con calma podía desenmarañar y entender. Y ahora, si bien hay cosas que aun no comprendo, todo es un poco más sencillo cuándo sé exactamente qué estoy sintiendo y por qué. Y puedo empezar a trabajar en mí desde ahí. Si es necesario dilo en voz alta: “Me siento _________”. Y observa como el poder de esas palabras te hace sentir mejor. Te libera. Te hace sentir más ligera/o que cuando lo guardabas en tu garganta.
- Un día a la vez: Es fácil desesperarnos porque todo pase YA, pero al mismo tiempo cuando vemos el futuro todo es muy confuso y eso nos hace sentir fuera de control, sin sostén, inseguros/as. No te abrumes. No pienses en la próxima semana (a menos que sea por un plan lindo que has hecho). No pienses en qué va a ser de tu vida, con respecto a este problema, el próximo mes o el próximo año. La vida trae cosas nuevas siempre, y es imposible anticiparse. No desesperes y vive un día a la vez. ¿Ya te paraste de la cama, hiciste tus deberes, te alimentaste, trabajaste? FELICÍTATE, porque esa ya es una batalla ganada. Concentra tus energías en el hoy. De repente tu “hoy” no es tan lindo como quisieras, lo sé. Pero es lo que tienes. Es lo único que tienes para empezar. Haz que valga la pena. De a pocos, con un logro pequeño a la vez.
- Toma distancia: A veces para comprender algo uno necesita distanciarse de la fuente del problema. Una distancia real. Este es TÚ momento de aprendizaje, es tú momento de crecimiento personal. Y lo tienes que hacer sólo/a. Tendrás amigos que te acompañen, sí. Pero la chamba real, el trabajo interno se hace sólo. Tomar distancia permite ver todo desde arriba. Eso es algo que me ha servido muchísimo estos días. En vez de ver las cosas de cerca, desde la tierra, he tratado de ver todo en “macro”, y es increíble porque eso te permite abstraerte y entender que todo, TODO tiene un propósito. Un propósito que quizá no entiendas ahora (y está bien), pero ese propósito es real. Y cuando todo esto pase no sólo lo entenderás sino que serás una mejor versión de ti, y eso es lindo. Paciencia :)
- Busca ayuda: Si sientes que no puedes con todo lo anteriormente expuesto. Si te resulta imposible calmarte y ver aunque sea un poco de luz, entonces POR FAVOR busca ayuda. En realidad no necesitas sentirte TAN mal para buscar ayuda. Si tienes la oportunidad de hacerlo, hazlo. Anda a terapia, busca un consultor de Flores de Bach, llama a un psicólogo. Como siempre digo, siempre hay una terapia que nos resuena. Búsquenla. La chamba va a seguir siendo de ustedes, pero al menos tendrán muchas más herramientas para llevar a cabo el trabajo pesado y para ver las cosas con un poco más de claridad.
- Y por último, CONFÍA: Esto a veces es lo más difícil. A veces no vemos salidas, pensamos que ya nada tiene sentido, o nos torturamos pensando “por qué me pasó esto a mí”. Pero LES PROMETO que siempre hay salida. Siempre. Y mejores cosas van a llegar. Hay que confiar en el universo. Hay que confiar en nosotros. Hay que confiar en el futuro. CONFÍA. A veces recuperar confianzas es complicado, pero piensa en ello todos los días. Que esa sea la consigna: CONFIAR. Escríbelo, tenlo en mente siempre. Confía, que de ahora en adelante todo será para mejor.
Y esa es mi listita (que al final no fue tan pequeña) de consejos para superar una crisis. Espero que pueda ayudar a alguien.
Gracias una vez más a todos por leerme y por mandar mensajes lindos de apoyo. ¡En serio los quiero! Han sido días difíciles, sí, pero tengo mucha confianza en las cosas que se vienen. Y esa confianza me llena el corazón.
Namasté :)