Ser Agradecido Para Ser Feliz
A propósito de mi último post, sobre cómo vivir con más presencia, quería –en este post- hablarles de algo muy relacionado con el presente, y que es una de las virtudes humanas que más me gusta: LA GRATITUD.
De chicos nos enseñan nuestros papis que es “la palabra mágica”: decir gracias. Y si bien, sé que lo hacen para que aprendamos a ser educados desde pequeños, lo cierto es que SÍ es una palabra mágica. Como mencioné al comienzo, decir gracias es vivir con presencia. El presente -como su mismo nombre lo dice- es un regalo, y los regalos son algo por lo cual uno agradece, por lo cual uno se sorprende y se emociona. Solemos dar todo por sentado: nuestro día, nuestras pertenencias, nuestros seres queridos, nuestro trabajo. Vivimos en automático y no solemos detenernos a mirar y valorar todo aquello que tenemos HOY. Andamos pensando en lo que tuvimos ayer o lo que pudimos tener, y lo que deseamos mañana. Pero lo cierto es que AHORA MISMO tenemos muchas cosas -materiales y no materiales- por las que agradecer: tenemos oportunidades y privilegios que otros no tienen, tenemos virtudes personales, talentos, tenemos personas a lado que nos quieren, tenemos un techo, un cuerpo que nos permite vivir, y un GRAN etcétera.
Y en realidad, no es que estemos “mal” por no ser agradecidos. Nuestra mente humana tiende a fijarse más en aquellas cosas no tan positivas por una cuestión de supervivencia. Nuestros antepasados no tenían la vida así de fácil como la que tenemos ahora en el 2017, y tenían que estar muy pendientes de los depredadores, de las epidemias, de la naturaleza, por eso una parte de nosotros aún conserva ese “instinto” de andar pendientes de aquello que representa un peligro. La diferencia es que ahora ya no tenemos fieras acechándonos, ni pestes mortíferas, por lo que toda esa energía mental la enfocamos en cosas que, en realidad, no suponen un peligro real para nosotros. Y por supuesto que tenemos problemas, por supuesto que a veces nos ocurren cosas no tan buenas; y es normal que en esos momentos nos sintamos angustiados o tristes. Pero, si se dan cuenta, la mayoría de veces nos preocupamos y nos estresamos por cosas que podríamos más bien dejar que fluyan, o de las que nos podríamos ocupar en su debido momento y no “pre-ocuparnos” anticipadamente, ¿sí o no?
La verdad es que muchas de las cosas que nos ocurren en la vida escapan de nuestro control. Lo que sí podemos controlar es cómo reaccionamos ante estas cosas. Y si reaccionamos negativamente, es fácil que esa negatividad crezca y “contamine” nuestro día a día. Es como que a veces nos sucede algún inconveniente al inicio del día, y luego estamos de mal humor y todo lo vemos negro el resto del día. Las cosas “malas” o los inconvenientes siempre van a ocurrir en mayor o menor medida, nuestros planes a veces no saldrán como los imaginamos, pero eso no elimina o resta las cosas buenas que SÍ tenemos, y por ello practicar el agradecimiento diariamente es una gran manera de mantenernos enfocados en el presente, y es una manera también de cambiar nuestra forma de pensar hacia una más positiva. Ojo, no se trata de ser un idealista que todo lo ve lindo y que siempre ve mariposas y estrellitas en todo. El mundo tiene cosas horribles, hay injusticias, hay noticias feas, nuestra sociedad está enferma en muchos aspectos. Esa es la realidad, y tampoco se trata de dejar de verla o idealizarla. Se trata de tener los pies en la tierra, pero al mismo tiempo no derrotarnos, porque también hay cosas lindas en el mundo. Se trata de estar enfocados en el HOY, se trata de ver lo bueno de nuestro día a día, disfrutar del presente. No podemos cambiar el mundo, pero podemos trabajar en nosotros mismos: en ser más justos nosotros, en ser más consecuentes, en superarnos; y para ello necesitamos una mente positiva y emociones sanas.
Como todo en la vida, cambiar nuestra manera de pensar es algo que se aprende. Y el agradecimiento también se aprende. ¡Y se aprende practicándolo!
Acá te dejo 3 tips que te puede ayudar a incorporar el agradecimiento a tu día a día, y a que te sea más sencillo fijarte en esas pequeñas cosas buenas que tiene tu vida:
- Apenas te despiertes por la mañana da las gracias 3 veces por el nuevo día, hazlo antes de pisar el suelo. Así empezarás el día con esa intención de gratitud, y de alguna forma ¡esa actitud positiva atrae cosas buenas!
- Lleva un diario de gratitud. Yo tengo uno y debo confesar que últimamente no lo estoy usando mucho, ¡prometo hacerlo!
- Rodéate de gente positiva y feliz. Es increíble como las personas negativas y tóxicas nos pueden hacer sentir negativos e intoxicados de emociones poco saludables. ¡Procura rodearte de gente que te sume!
Espero que les haya gustado el post. Y prometo hacer uno más adelante sobre los 5 principios del Reiki, que según Mikao Usui (el creador del Reiki), son el secreto de la felicidad y la salud. Como adelanto, les cuento que “ser agradecido” es uno de los principios, y obviamente es mi principio favorito. :)
Tengan un día lindo, y no se olviden de agradecer por todo aquello que los haga sonreír hoy.
¡Namasté!
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